29 de agosto de 2010

Frustración

A veces simplemente te cansas de hacer lo correcto, de intentar ayudar a todo el mundo y que sólo unos pocos te respeten por ello. A veces simplemente prefieres tirar la toalla y mandarlos a todos a tomar…
Pero claro, tú no eres así.
Tú siempre serás la tonta, inocente y dulce estúpida que se empeña en que todo salga bien, en cuidar de todos y arreglar el más mínimo problema. Porque eres una perfeccionista empedernida, y nunca te permitirás fallar si puedes hacer algo al respecto. Y por eso te pasa lo que te pasa. Si es que no aprendes… que si las segundas oportunidades, que si las terceras, que si flautas de qué se yo. Que no y punto. ¿Tan difícil es decir ese monosílabo? Pues hija, ve a que te lo mire un médico, porque lo tuyo es grave.

Y no me vengas ahora con que estoy loca por hablar conmigo misma. Esa excusa ya no te vale. Estoy loca, y tienes que aprender a convivir con ello, igual que con el duende. Así que sal a la calle y diles a todos que no, que ya no piensas ayudar a nadie, que estás cansada de que te ignoren, de que nadie se crea que realmente vales para hacer cosas importantes.

Ah, no, aleja ese esparadrapo de mi boca. ¡Te he dicho que no!

¿Ves? Si es que eres tonta. Ya no sé qué hacer contigo. ¿No ves que yo no hablo? ¿Qué todo lo escuchas en tu mente?
Dios, dame paciencia, porque soy plenamente consciente de que ella no cambiará. Y que seguirá al pie del cañón pase lo que pase… vaya trabajo de conciencia me ha tocado… ya podía haber sustituido a Pepito Grillo. Por lo menos a Pinocho sólo le crecía la nariz.

1 comentario:

  1. Me gusta XD como escribes y las palabras ue usas..¡puf! jeje. Tu historia no la he empezao todavía porque no quiero entretenerme con otra cosa que no sean los examenes y si la empieza me engancharé XD. Bueno un besico guapa

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